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Ruta 40 sobre 70 cc

Este es un viaje especial, como todos los viajes, el primero es más especial que el resto, y digo "es" porque el viaje tiene esa cualidad de adaptarse a que el tiempo no lo toque, entonces queda vivo, entonces no envejece. 
  Es cierto que de a poco se le borran imágenes y de pronto uno no recuerda si antes visitó un pueblo o el otro, o si pinchó entre este o el otro, eso es lo primero que se olvida y es por eso que decidí después de este viaje comenzar a sacar fotos que me ayuden a refrescar mi memoria, fotos que la ansiedad de ganarle al tiempo no me dejara pasar rápido con el dedo índice de mi mano en la computadora, que me obliguen a detenerme a observar, a recordar.
  Hay algo que es mas difícil de olvidar, que son los momentos.

  Podemos olvidar si este pueblo estuvo antes o después de aquel otro, pero dudo, decididamente dudo que olvidemos ese pueblo si en ese lugar hemos conocido una persona que valió la pena, si hemos tenido una charla reveladora lo mas probable es que ese pueblo sea nuestro para siempre. Si hemos pasado frío por una lluvia que desgarró la carpa probablemente tampoco lo olvidemos, es por eso que desde este viaje también busco vivir momentos que recuerden lugares y no lugares que recuerden lugares.
Sin embargo, lo que no es posible olvidar es ese sentimiento que bañaba los momentos. Ese sentimiento que nunca vimos, nunca oímos, pero siempre estuvo, esa, es prácticamente la esencia del viaje y hoy, después de varios viajes vengo a descubrir que la forma mas segura de viajar, de conocer y de vivir es lograr poder sentir eso que dejan los viajes cuando terminan en el momento que lo estamos viviendo, es ahí cuando te das cuenta que vas por el camino correcto, que estas donde debes estar, que hablás con quién tenés que hablar.
Es ahí cuando termino de entender por qué el viaje está vivo, esa forma de guiarse dejó de ser una manera de viajar. Inevitablemente uno traslada el viaje a su vida, pues es parte de ella, entonces uno descubre que cuando se comienza a guiar por lo que siente se encuentra en el lugar correcto, entonces el viaje ahora es una filosofía de vida.

 

Ahora que estoy escribiendo esto termino de entender por qué los viajes le cambian la vida a tantas personas.
                Al final de todo la vida es un viaje.

Para ese entonces terminaba el 2010, yo acababa de terminar la secundaria, con 17 años no sabía nada sobre nada. Pero vivimos inmersos en un sistema que te obliga a cuestionarte qué es lo que querés ser para el resto de tu vida antes de preguntarte quién sos. 
Yo me encontraba bajo esa duda espesa, miedosa y me decidí por Ingeniería Civil, en Córdoba, a 1600 km de casa, todo eso me daba más duda, más miedo. Pero de la galera y como salvación nació este viaje que había querido ser un año antes cuando con mi hermano Juan de 25 que en ese momento todavía no era ingeniero mecánico se nos había ocurrido recorrer los Valles Calchaquíes en bicicleta. El viaje terminó siendo una ilusión, desistimos tras las trabas formadas a partir del miedo impuesto por nuestro querido papá, Don Edgar bajo los argumentos mas obscenos. 
"Por qué no van mas cerca? voy a tener que salir cagando en la camioneta a buscarlos!"
"Nunca han pedaleado!"
"Ni siquiera tienen lentes de ciclista como para protegerse!"

Pero para enero de 2011 todos asumimos que esos miedos eran de él, no nuestros y él lo entendió como buen padre que es y nunca más cuestionó una idea sobre donde ir, donde llegar, él, como nosotros aprendió que se necesita mucho menos de la mitad para hacer lo que quisiéramos, todos entendimos que el motor no es el que impulsa la moto. Es la mente la limitante, es la mente la que generan los sueños.


A partir de acá voy a copiar y pegar la descripción del viaje que hizo Juan a la vuelta del mismo, también la podes leer del blog (
www.despacitoperosindescanso.blogspot.com.ar) que me parece que está muy bien lograda de una forma bastante sintética.
 

En las vacaciones de verano de 2010-2011 nos aventuramos en un viaje que, en principio, parecía imposible de realizar: ir a recorrer el norte argentino en moto. Se preguntarán, y eso que tiene de imposible?, bueno, la moto que teníamos era una Motomel eco 70. 
            El 30 de diciembre del 2010 conseguimos otra Motomel eco 70 y el 2 de enero, con los efectos de los festejos todavía sobre el cuerpo, dejamos la comodidad de nuestro hogar en San Carlos de Bariloche y subimos a la mítica ruta 40. Destino final Salinas Grandes, en la provincia de Jujuy.

Llevábamos todo lo que creíamos necesario para sobrevivir, una carpa, bolsas de dormir, calentador y marmita, algo de comida, capas de lluvia, mapa, herramientas, bidones de nafta, lubricantes, aceite, cubiertas, cámaras, ropa, cámara de fotos, etc. Todo adentro de unas alforjas de bicicleta y unas mochilas amarradas fuertemente a las motos.

            Los primeros días fueron duros, la velocidad crucero de las motos resultó ser de 60 km/h, pero el promedio diario rara vez alcanzaba los 50 km/h, llegando a descender en días de mucho viento hasta los 30 km/h. Lo que nos impedía viajar más de 200 o 250 km por día. Lo bueno es que con el tanque de nafta de 2,5/3 litros de capacidad recorríamos alrededor de 140 km.

Poco a poco nos fuimos acostumbrando y comenzamos a entrar en zonas que no conocíamos, muchas de ellas dignas de ir a visitar, como el cañón del Atuel en Mendoza o el Valle de la Luna en San Juan.

A medida que avanzábamos íbamos ganando confianza en las motos, ya a la altura de la provincia de La Rioja podríamos decir que el calor no era poco, y para un motor refrigerado por aire trabajando al 95% de su capacidad durante 5 o 6 horas seguidas por día el trabajo no era sencillo.

Cuando ya nos acostumbramos a la velocidad de la moto, y tomamos la confianza necesaria como para asegurar que el motor no se iba a romper comenzó el problema de la altura. Hubo un día en el que subimos a los 4895 metros sobre el nivel del mar, en el paso del Abra del Acay y literalmente tuvimos que empujar las motos cuesta arriba, ya que estaban tan apunadas que si nos bajábamos y las acelerábamos en primera no se podían ni su propio peso. Ese día tardamos 4 horas y media en recorrer 40 km.

De a poco, comenzamos a bajar y a sentir esos 70cc de pura potencia. Y así, despacito pero sin descanso llegamos a las Salinas Grandes.

El viaje no terminó ahí, todavía nos esperaban unos 10 días de pura lluvia hasta la ciudad de Córdoba, donde dejaríamos las motos en la casa de unos familiares, ya que no teníamos suficientes días como para llegar a Bariloche. Además el tránsito no era el de la ruta 40 y no es muy agradable rodar a un metro de un camión que te sobrepasa a 100 km/h y que tiene unas ruedas de tu mismo tamaño…

El 3 de febrero, luego de un mes de travesía llegamos a la ciudad de Córdoba. Recorrimos un total de 5200 km, alrededor de 1000 km de ripio y atravesamos 11 provincias.

Roturas? Tres gomas pinchadas y unos rayos cortados de mi llanta trasera, problema solucionado por la módica suma de 35 pesos. Nada más, amén de dos llantas dobladas debido a un pequeño posito en la ruta, pero dada la brutalidad del impacto agradecemos que la moto no de haya separado en dos. Arreglo? Masa y taco de madera.

Si querés ir directo a los concejos de que llevar, clickea los
El Viaje continuó vivo

Es que sería imposible decir que para mí esta experiencia sólo haya sido el significado de una aventura de treinta días diferentes. 
Hoy, seis años después me doy cuenta que a los escasos 17 años haber recorrido el país en una moto tan chica no solo fue una locura, fue una gran locura. Desde el minuto cero tome contacto con lo que es ser un viajero y no un viajante, no un turista. 
Le tomé sabor al conocer por ser, llegar por ir, son cosas que ningún avión no va a ofrecer nunca, nacimos para andar, no para teletrasportarnos. Viajar a 40 km/h ofrece la gran sensación de sentirse llegando a los lugares, de sentir el vértigo de lo desconocido, no de la velocidad y el viaje es ese momento único donde uno tantea el mapa calcula con los dedos los kilómetros que le restan, investiga que tan recto es el trayecto para imaginarse el camino, se esfuerza con mucha intención de recordar el nombre de aquel pueblo en el que planea pasar la noche sin saber que es lo que él va a ofrecer. Aquel pueblo de nombre raro, que es difícil de recordar, que mal pronunciamos cuando lo anunciamos, que suena chistoso y que al dejarlo atrás se graba en la memoria de la mano de alguna historia de un personaje  que escupió palabras de vida, que para él son tan normales y para nosotros tan de él que se impregnan en el lugar mas lindo de la memoria.

 

Hay tanta gente al costado de la ruta 40 que se encargo de esculpirme el alma viajera.

Fue así, que la vuelta nos premió no solo con un gran asado entre familiares y vecinos sino también con una nota en una revista de motos la cual publicaron en la sección "personajes" y titularon como "Quijotes de este siglo".

Después de que esta nota se hizo papel recibimos mensajes de ruteros como nosotros que habíamos cruzado a lo largo del camino, eso nos hizo seguir viajando a pesar de estar inmersos en la rutina.

DON TESORO

Subiendo y adentrandonos en lo que era la calor denserio llegamos a  San Juan capital para ver el Dakar bajo un extremo viento Sonda a 40 graditos de temperatura y encontrarnos con unos tíos que al tener concesionaria Volkswagen nos habían conseguido una entrada al VIP al vuivac y era ahí donde la gente nos pedía autógrafos pensando que nosotros eramos famosos por tener una camisa y una gorra que decía "dakar" sumado de una cinta que decía lo vip que en el fondo no eramos; lo que la gente no sabía es que estábamos ahí por haber llegado en algo muy precario, muy lento y que estábamos alojandonos en un camping abandonado a la salida de la ciudad y ahí no nos conocía ni la luz mala.  
Esa noche después de haber comido hasta el punto de querer vomitar volvimos a casa, el famoso "pantano", el camping que efectivamente tenia un pantano lleno de ruidos de lo mas exóticos.
   El sonda nos mantuvo en vela tras tratar de mantener la carpa en pie con ráfagas que podían calificarse como "huracanadas", con los pies sobre los parantes de la carpa.
A la mañana siguiente estábamos realmente hechos mierda, llenos de arena y descompuestos de lo que habíamos comido la noche anterior entonces decidimos hacer unos pocos kilómetros y llegar a la localidad de Marayes, ubicada cerquita de la provincia de La rioja.
En el pueblo con un aspecto humilde, semi abandonado, con alguna que otra casa derrumbada nos dijeron que podíamos acampar dentro de la única garita de colectivo que había. Tras sospecharlo decidimos armar la carpa a un lado de la garita, pues en Argentina el 90% de las garitas de colectivo están meadas por el 90% de los pobladores de cada ciudad y la de Marayes claramente no era la excepción.
Al terminar de armar la carpa un viejo cruza la ruta acompañado de dos perros bien ordinarios, él llevaba un paso lento y poco confiable, ropa sucia, desprolija. 
 -Me llamo Tesoro, ¿quieren venir a dormir a mi casa?, es muy grande y entramos todos.

-No don, le agradecemos pero ya armamos nuestra carpa, si quiere vamos a tomar unos mates.
Respondió Juan.
-Bueno, ahora voy a buscar leña pa' prender el juego, pero... no tengo nada pa' invitarles, tampoco tengo yerba... lamentó Don Tesoro

-No se preocupe, nosotros tenemos ambas, asique ahora terminamos y vamos. ¿Dónde es?

-Ve la casa grande cruzando la ruta?, bueno la de alado.



Terminamos la carpa, estábamos cansados y dudamos si ir o no, pero le habíamos dado la palabra y Tesoro se veía muy entusiasmado. Cruzamos la ruta y ahi nomás el cusquerío se largo al ladrido limpio haciendo alboroto por acortar la calurosa tarde, ladrando para molestar moscas.

La casa de Don Tesoro era un cuadrado de 4x4 de bloques sin revocar, piso de tierra, sin agua y con un brasero en el medio de la habitación que perfumaba de algarrobo humeante todo el recinto. Esa era la casa grande que ofrecía Tesoro para que nosotros pasemos la noche...
Resultó ser que según Tesoro hacía años que no lo visitaban. No tenía familia y  llego a calificarnos rápidamente como sus mejores amigos y nos arrojó grandes verdades como que Sandro era un "endrogado" por eso había muerto y que en La Rioja hacia mucho calor, cerca de 50 grados aunque el no conocía (a pesar de que estaba  a unos escasos 30 kms). Nos comentó también que habia conocido al tipo mas alto del mundo, que media cerca de dos metros...

Y tras un silencio que calló hasta la brisa de la tarde concluyó diciendo que lo único que tenia era su perro, El Trolo, que lo había apodado así porque los otros perros lo "pisaban"...
"Si al menos tuviera una radio que me hablara..."
Esa frase, que no voy a olvidar por el resto de mi vida terminó de abrirme el alma y pasaron seis años, conocí muchos lugares, personas pero y a pesar de todo todavía me encuentro cagando, comiendo, mirando un paisaje, comprando ropa, tomando un vino o estudiando y me pregunto.
¿Qué habrá sido de Tesoro?

¿vivirá?¿alguien se habrá acordado de que murió?

Algun tiempo después le escribí esto, aunque el nunca lo sepa... El canto a la soledad personificada.
 

Te solo.

Me llamo Tesoro, vivo solo, duermo solo; estoy solo
¡Qué mal puesto esta mi apodo!
¿tesoro de quién?, sí convivo yo con el olvido, con el olvido.
Con el olvido

Y hasta la soledad se olvidó que respiro
No le temo a nada, pues para temer antes hay que tener y... y.. y yo no tengo nada, de nada. De nada.

Igual, no me falta nada, lo tengo todo, nunca tuve más que nada
No sé qué es soñar, sentir, amar, ni vivir..

No sé qué es comer.
Como… Bueno, como cuando se acuerdan que vivo.
Y vivo solo.
Y solo vivo.

Y vivo

Y solo
No le temo a la muerte.
Por lo menos ahí estaría, bueno… Con la muerte.

Igual. Igual no estoy solo, solo vivo con El Trolo.
El Trolo, mi amigo, la razón por la que vivo.
¡Mi amigo, mi perro, mi vida!
Pero bueno estoy solo.
No siento soledad. Siento olvido.

¿Siento olvido?

¿Siento?

Olvido,

 Olvido, que me olvido, que me olvidaron.
Ayer solo, hoy solo, ahora solo,

 ¿mañana?
Solo por eso hoy vivo, y solo
Porque solo mañana voy a saber si estoy solo o con El Trolo,

o solo, solo, solo, solo
El Tesolo.

MOTOTIPS!

Si estás pensando en aventurarte en un viaje de estos tengo que decirte un par de cosas, darte un par de concejos y recomendaciones que claramente podés no seguir. 
El primero es que estas pensando lo correcto.

Todos tus miedos y dudas son miedos y dudas porque todavia no has partido, pensá que el Che Guevara lo hizo en una moto de mierda, con caminos de mierda e hizo bastante mas que andar como un pelotudo en moto por el mundo. Pensá también que hay gente que viaja en bici impulsados por la esperanza, los sueños y convicciones. Es decir, con esto quiero decirte, no sos ningun superheroe por viajar en una moto china.
Las motos chinas NO se rompen, a esta altura tengo al rededor de 10.000 kms encima y en el último viaje atravesé el desierto mas árido del mundo en una de ellas podés leer el post que hice en 
Creo que llegó la hora de quitar el tabú de que si las personas no andan en aparatosas motos japonesas o alemanas no es posible cumplir los sueños. No todos podemos tener una moto de ese calibre, no todos queremos tampoco.
Cuando nos encontrabamos a 4800mts sobre el nivel del mar unos Belgas iban siguiendonos en unas BMW 1200 y se detenían a tomarnos fotos, a charlar con nosotros.
No podían creerlo, motos 70cc, a carburador, a esa altura, de origen chino, no les entraba en ese cráneo europeo...
Cuando se fueron le dije a mi hermano que algún día tendría una moto de esas.
Él me respondió que él no tendría una moto de esas, que no la necesita que me mirara a mi mismo que con 17 años había hecho lo mismo que ellos a los 60, que habían tenido que esperar toda la vida para tener algo para animarse a viajar y que yo sin nada ya lo había hecho...
Desde ahí, pienso que la cilindrada esta en la cabeza no debajo del culo.
Tené en cuenta también que por lo menos en américa hay muchas más personas con motos chinas que de las grandes, entonces las personas se sienten identificadas cuando te ven, sienten que ellos también pueden, entonces se acercan, te cuentan de su vida, te dan una mano, te desean lo mejor y eso es lo mas importante de todo, uno viaja impulsado por los buenos deseos de las almas que se cruzan para alentarte e iluminarte el camino, todo es más fácil, todo es mas lindo, todo es mas viaje...
 

Gomerito en aerosol

 

Si querés que te diga que llevar sin falta es un buen hinfla pinchazo, las cubiertas originales de estas motos no son de calidad, son bastante plásticas y como buenas viajeras le dan paso a cualquier visitante como espinas y alambres. No te voy a decir que las cambies porque siempre salí con las originales, sólo te digo que si las cambias tenés menos chances de pinchar, pero si pinchás tenés más chances de obtener una historia distinta, el relato de algún gomero sin dientes y el recuerdo que a la distancia se convierte en anegdota, por ende mi concejo es salí con la goma que trae la moto, por algo esta ahí macho.

Llaves y no de puertas

 Las motos vibran y mucho y se aflojan bastantito, las tuercas no son de lo mejor por lo tanto te aconsejo que si andás por tierra a la tardesita te preparas el mate y le pegas una apretadita escuchando algunos temas de cumbia vieja para ponerle onda.

Aceitame la cadena papá!

Pensá que esa es la vida útil, asique te compras un tubito de aceite de cadena y le pones todos los días!. y si andas por arena a la tardesita resignas el cepillo de dientes y con nafta la limpias.

Dialisis!


Mira, por manual a las motos se le cambia aceite cada tresmil kilometros, que queres que te diga, lo cambie siempre cada mil y la moto anda joya, no quiero decirte que lo hagas pero usa medio litro de aceite vieja, media pila es lo que te lleva a tus sueños. Con un 20 w 50 o 40 andas pipi cucú. (Medilo de vez en cuando para ver si gasta!)

Alforjas!.


Las de moto suelen ser caras y la verdad que ni se si se le pueden poner a este tipo de bestias salvajes, pero las de bici andan de puta madre!, lo que te recomiendo si no te compras unas de calidad como claramente no fue mi caso es que pongas la ropita dentro de una bolsa de nylon así no se te moja y no te salen hongos como me pasó en algún momento.

Ropitah.


No seamos fantasmas, si vas a viajar a 50 no necesitas una campera de moto porque hasta los bichos que te pegan en la cara rebotan y siguen volando (que no te extrañe que una mosca medio veloz vaya mas rápido que vos).
Entendé que la ropa sobra porque nadie te conoce y no te podés poner más de un pantalón a la vez y ademas de eso lavar a mano es un garrón asique te recomiendo algo así como un jean o bombacha de campo si sos medio campero, 4 remeritas (no musculosa por la quemada), 4 pares de boxer (o slip si tenes mas de 40 años), 4 pares de medias, dos buzos, una campera y algún short... Un par de zapas y uno de repuesto o crocs, o alpargatas. Si vas a ir a un lugar que no llueve obviamente que no, pero si vas a un lugar que sí te recomiendo un par de botas de goma, mojarte los pies da frío, y las zapas no se secan rápido.

Traje de lluvia.

Ya se, quedas como un gil, pero es la forma más barata de no pasarla como el culo cuando llueve, es medio paja y ocupa espacio pero bueno hay veces que la lluvia es inevitable... Mas allá de eso andar en moto con lluvia no esta bueno, no seas boludo y cuidate ademas no disfrutas una mierda porque vas queriendo llegar rápido mas mojado que el choto y no podes parar ni a sacar fotos ni a echarte una meada. Una bosta.

Casco


Pongo un ítem de esto porque la experiencia me lo dice, los cascos abiertos son facheros pero los bichos pegan y duelen, ni te cuento un Mercedes 1114 sin baberos que te escupa piedritas (hasta los 1114 me pasaban).

Los cascos negros tiran facha pero dan una caloooo'
Los mejores son esos LS2 que se levanta la parte cerrada entonces en los pueblos podes tirar besos y en la ruta pistear como un "campión"

Mochila de agua


Esto parece una boludes, pero la verdad es que estar todo el día al sol deshidrata bastante y andar parando a tomar agua tampoco ta bueno porque el tiempo no sobra para andar parando cada diez minutos porque vas a ir lento, con la camel vas tomando agua y se mantiene fresca. Ni te cuento lo bien que la pasas si tenes un mate listo y vas mateando mientras manejas!

Cámara.


Si o si, lo mas probable es que pinches y si le metes el infla pinchazo vas a llegar bien al destino pero la cámara la tenes que arreglar y por ahí no sirve mas asique llévate una o dos de repuesto.

Filtro de nafta.


Porque acá juega mucho el bidón y viste, cuesta dos mangos un filtrito y no ocupa espacio.

Mapa.

El gps es una bosta.

Con mapa uno se detiene, piensa, pregunta y siempre alguien te aconseja un lugar lindo para ir. Con la gallega del gps no te vas a casar asique no vale la pena escucharla.

Cinta de tela


No se si se llama asi pero esto es clave, esa que viene 3M y es de tela sirve para todo, tené en cuenta que los plásticos se rajan y todo eso. En mi primer viaje mi moto se llamaba Victoria en honor a la guitarra de Pappo. Al terminar el viaje le puse apellido y se llamó Victoria Scotch porque debía tener entre tres y cuatro metros de cinta que la envolvía.

Precintos.


Ademas de ser super útiles me encanta poner y atar cosas la pone mas viajera a la moto.

Otros.


Carpa, termo, botiquin, una riñonera es bastante útil, protector solar (no es de puto), crema hidratante,hinflador de bici, marmita para cocinar algo por si paras en el medio de la nada, bidon, herramientas, un buen cuchillo, embudo, destornillador, llave de bujia, una bujia de mas, si queres un fusible y lo mas importante, paciencia.

¡MUY IMPORTANTE!

 

 

 

Esto me pasó, por suerte cuando llegué a Córdoba en la 125cc, pero me di cuenta que tuve suerte, si me pasaba en cualquier otro lugar estaba hasta las bolas.
Cuando llegué, al día siguiente perdí (o me robaron, para la cuestión es lo mismo) la chapa patente de la moto. Esto es un GA RRÓN. Si, porque yo a la moto la tengo registrada en Bariloche, tuve que comprar un formulario 02 ($150), ir a un escribano ($300) hacerlo legalizar por el colegio de escribanos ($300), ir a la comisaría y hacer una exposición por pérdida de chapa ($100), enviar eso a Bariloche ($250) esperar a que mi vieja me tramite la patente y me la envíe. MÍNIMO 40 DÍAS!.

NO SE PUEDE CIRCULAR SIN CHAPA.
Por lo tanto si esto sucede en viaje es un recontra garrón, las patentes de moto nuevas son ENORMES, vibran y son de una chapa de MIERDA, se rajan, por eso ponele arandelas grandes, y mi concejo desde lo mas profundo del corazón es que hagas una trucha, se la pones y andas con la trucha y en la mochila llevas la orishinal, de este modo te evitas cualquier inconveniente, si te descubren le decís la verdad al cana (este concejo me lo dieron dos policías)

Ancla 1

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